Agenda de casas de Carrió y Ferrada

¿Qué es una casa?, ¿cuál es el espacio que habita la casa?, ¿habitamos una casa a medida?, ¿cómo ocupamos este espacio?, ¿va la casa más allá del espacio que ocupa?

Hace cuatro años, la casa y su espacio se convirtieron en el elemento fundamental de nuestra vida. Poder habitar más huecos, pertenecerlos, habitarlos, dejarnos penetrar por los rincones de esa casa, sentir en la piel las paredes, pomos, pelusas, pasó a ser el centro de una existencia encerrada. La casa era refugio y cárcel. Soñar casas, las casas ser y símbolo de cada persona se transformaron durante esos días en un refugio creativo.

Al menos así fue para el ilustrador Pep Carrió, quien el día 1 del confinamiento abrió una agenda, dibujó esta casa hueco y la publicó en Instagram. Día a día imaginó casas, la casa paraguas, la casa piscina, la casa jaula. Eran maravillosas ilustraciones poéticas que demandaban un texto hermano.

Por eso, durante cincuenta días, Pep Carrió, en Madrid, envió dibujos de esta agenda de casas a María José Ferrada. Ella, desde Santiago de Chile, a modo de respuesta, le envió cincuenta cuentos. El proyecto sin tener objetivo alguno, cumplió uno muy importante: dos amigos se acompañaron. De este trabajo cooperativo y tan cercano en el alma, a pesar de la distancia, nació un libro que publicó en México Alboroto Ediciones y poco después en España la editorial Nórdica. Casas es un libro construido como una casa, ladrillo a ladrillo, dibujo a texto.

Dicen en la editorial que “el libro nos lleva a un viaje poético y visual por distintas formas de habitar el mundo, mientras te invita a observar y reflexionar sobre cómo habitas tu propio espacio”. Es, pues, un viaje exterior e interior, pero es sobre todo un viaje que nos conecta con la naturaleza, que nos lleva a la base, que nos anima a imaginar y a creer porque la lógica dice que “si la casa se hace con tablas de barco, la casa navega”.

Llevan esas casas elementos recurrentes en otras ilustraciones del artista mallorquín como los motivos vegetales, el mar, los peces, las raíces, las cabezas habitadas, las cabezas casa. Eran recursos que ya estaban ahí y que la obligación de quedarse en casa intensificó. El espacio, los espacios brotaban de esos elementos y ellos de la casa.

Las agendas se llenaron de dibujos y los textos de la escritora chilena les dieron la mano.

Dice Mª José Ferrada que “la casa tiene que ver con el espacio físico, pero también con el espacio interior que uno habita. Puedes estar muy tranquilo en una vivienda muy pequeña y muy agobiado en otra enorme en mitad del campo. Una misma casa de treinta metros cuadrados puede ser un hogar plácido para un individuo y una celda asfixiante para otro”.