En un barco de velas doradas, palo mayor, trinquete y mesana, timón de madera, alcázar, carajo y mascarón de proa, la niña Marita sacude los brazos desde el castillo de popa, clama al cielo, corre y se desploma una vez más, encerrada en el barco en la botella en el cofre en el barco hundido del pirata.
