Destino de Daniel Franco

Una holandesa en América (Soledad Acosta de Samper, Graviola)

No puedo no recomendar Una holandesa en América. Este libro me gustó mucho porque incluso a mí como director de editorial me sacó de mis expectativas. Se publicó en la colección Migrantes de antaño, que asesora Juan Pablo Rodríguez Méndez y que es una forma de decirle al mundo “lo que pasa ahora ha pasado siempre”. Rodríguez Méndez me recordó a una autora como Soledad Acosta de Samper. Me recomendó que releyera esta novela en el nuevo contexto en el que estaba ahora, que volviera a estos textos con esta nueva visión de persona migrante. Entonces, un libro de 1887, leerlo ahora, me dio tantas luces de mi propio país como de la experiencia  y de lo que es estar en Europa. Es espeluznantemente actual la crítica que está haciendo este libro. Está adelantadísimo dentro de su propio género porque es una novela de viajes que mezcla diarios, episodios nacionales, fragmentos de cartas, muy experimental, y que habla de esta experiencia vivida en carnes propias. Me parece muy importante traer intelectuales, del pensamiento crítico y social latinoamericano a España. Vamos a ver qué se dijo allá y qué se dijo en ese momento.

Por dar el contrapunto a este libro, me gusta Los emigrados, de W.G. Sebald (Anagrama) que recupera las historias de familiares, de polacos y alemanes judíos que tuvieron que irse por todo el mundo, a Estados Unidos, a Argentina. Se hace como un archivo fotográfico y de cartas y a través de eso te arma no una especie de reconstrucción, no un reportaje de periodismo, sino que lo hace de manera literaria, con toda la sensibilidad del caso, con toda la cercanía a las personas. Es un libro que a mí me removió muchísimo.

Daniel Franco