Niños itinerantes

La ruptura vital que supone la migración, la inclusión e integración del extranjero, la asunción de otras culturas, son procesos contados cada vez de manera más frecuente en la literatura, también en aquella que ha sido creada para contar a los niños. Coincidiendo con el Día Internacional de la Literatura Infantil y Juvenil, el 2 de abril, ofrecemos un breve listado de libros itinerantes enmarcados en este género:

La Maleta, de Chris Naylor-Ballesteros (La Galera)

Cuando un día un extranjero llega, con solo una maleta, todo el mundo empieza a hacerse preguntas. ¿Por qué está aquí? ¿De dónde viene? Y, ¿qué lleva en la maleta? 


La tierra de las papas, de Paloma Bordons, ilustrado por Luisa Rivera (SM)

Bolivia. Un mundo desconocido que le reserva sorpresas que ella no espera. ¿Hasta qué punto el azar puede cambiar la vida de una persona?


Migrantes, Issa Watanabe (Libros del Zorro Rojo)

Este libro álbum sin palabras narra con imágenes de extraordinaria fuerza el viaje de un grupo de animales que deja atrás un bosque nocturno que carece de hojas. Es la historia de una gran y única migración, un periplo de incertidumbre donde conviven la muerte y la esperanza.


Lo que una vez hicieron los alienígenas, John Fitzgerald, ilustrado por David Cleves (Norma)

Un personaje estrafalario, unos compañeros de clase desconfiados y el nacimiento de una hermosa amistad tejen realidad y fantasía para mostrarnos la crueldad con la que podemos cebarnos ante el que es distinto, pero también las sorpresas que entraña descubrir modos desconocidos en aquellos que vienen de lugares más remotos.


Migrar, de José Manuel Mateo, ilustrado por Javier Martínez Pedro (Ediciones Tecolote)

Una edición excepcional y refinada que reproduce la encuadernación de los códices sirve como telón para contar la historia de un niño indígena que, junto a su familia, emprende un viaje en búsqueda de su padre que ha partido hacia el ansiado Norte.


Alma y la isla, Mónica Rodriguez, ilustrado por Ester García (Anaya)

Alma ha llegado del mar. Otto no entiende su idioma y, desde que está en su casa y le ha tenido que dejar su habitación, se siente desplazado. Gracias a la presencia de un amuleto, Otto entenderá mejor el origen de Almaz Sebhat, el verdadero nombre de la niña que vino del mar.


El viaje, de Francesca Sanna (Impedimenta)

Una fábula que es también una historia real, son muchas historias reales, cuyas imágenes logran acercar y hacer comprensible lo inimaginable. Los ojos de un niño nos guían a través de la oscuridad en busca de los colores de un futuro mejor.